KARDIA BLOG

28 de octubre de 2020

La nueva oficina intangible

La pandemia ha puesto a prueba nuestra plasticidad para aprender nuevas formas de trabajar y mecanismos para hacerlo. El home office se ha instaurado en pocos meses como una opción real al trabajo en oficina. Llegó de forma forzada, con ventajas y desventajas, y con muchas incertidumbres por resolver.

La alta flexibilidad que el mundo VUCA ya está demandando de las personas y de las empresas, no deja duda alguna para suponer que en el futuro requiramos funcionar desde muchas locaciones a través de múltiples mecanismos sin perjudicar nuestro rendimiento, sino por el contrario potenciándolo a través de la mezcla única y eficiente que cada circunstancia demande de nosotros.

¿Cómo ha sido posible la aparición este escenario?, ciertamente no tiene que ver con haber movilizado los equipos, materiales y procesos de la oficina a otro lugar, sino con el desafío de desmaterializar y desmitificar la oficina, situando ese espacio físico antes diferenciado, casi en el lugar donde necesitemos.

La evaluación pasará de ser “dónde rendimos mejor”, a “dónde y de qué forma somos más productivos” en cada circunstancia personal o colectiva.

La construcción de este mundo de eficiencia nace de la posibilidad de diseñar a medida la manera cómo se constituye y coordina cada equipo en función de su capacidad, circunstancias y desafíos.

Habrá entonces que considerar un proceso que lleve a las organizaciones a construir valor desde cualquier lugar, y para ello será necesario empezar por el desarrollo de nuevos atributos y competencia en las personas:

El futuro volátil, incierto, cambiante y ambiguo, supone un claro llamado a la flexibilidad y a la virtualización para ganar eficiencia. Déjanos acompañarte a sacar provecho de esta oportunidad.